La historia enganchó a la audiencia con los conflictos del
clan Mercader, familia liderada por Ángel, un autoritario, conservador y
machista hombre que siempre impuso su voluntad frente a su mujer, la maternal
Valentina y sus siete hijos, Alonso, Armando, Ariel, Alex, Adán, Amaro y
Antonio, a quienes educó con la misma rigurosidad con que la que lo crio su
padre, por lo que buscó que todos fuesen machos recios, exitosos, rodeados de
mujeres y que jamás mostraran algún signo de debilidad, porque eso era del sexo
femenino.
De esta forma, a lo largo de la trama, Ángel enfrenta los
problemas producto de los diversos conflictos que tienen sus hijos. Entre
ellos, la castidad de Adán, producto de un trauma provocado en su niñez cuando
su padre lo lleva a un prostíbulo para iniciarlo en su vida sexual, la
homosexualidad de Ariel, quien luego de haber sido expulsado de la casa,
regresa de España para recuperar a su familia, la crisis matrimonial y
económica de Armando, quien se ve obligado a volver a la casa de sus padres, o
que Alonso, su hijo mayor, se enamoré de Sonia, la mujer que por años ha sido
su amante.
“Machos” contó con las actuaciones de Héctor Noguera,
Liliana Ross, Cristián Campos, Carolina Arregui, Rodrigo Bastidas, Felipe
Braun, Jorge Zabaleta, Gonzalo Valenzuela, Diego Muñoz, Pablo Díaz, Viviana
Rodríguez, Solange Lackington, Maricarmen Arrigorriaga, María José Prieto,
María Elena Swett, Juan Pablo Bastidas, Teresita Reyes, Mariana Loyola,
Alejandro Castillo, Berta Lasala, Marcela Medel, Adriana Vacarezza, Ingrid
Cruz, Renato Munster, Aranzazú Yankovic, Sergio Silva, Carolina Varleta, Lorena
Capetillo, José Jiménez, Sebastián Arancibia y la participación de Elvira
López, como Alicia Mercader, la hija de Ángel con una prostituta, quien llega a
recuperar el sitial que le corresponde dentro de la familia enfrentando el
rechazo de su padre y hermanos.
Hablamos con Aranzazú Yankovic, quien interpretó a Úrsula
Villavicencio, mujer que se enamoraba de Ariel, el personaje homosexual
interpretado por Felipe Braun, y con Lorena Capetillo, que daba vida a Madona
Ríos, joven que se relacionaba con Antonio, el menor de los Mercader, en cuya
producción que además significó su debut en teleseries. A 10 años del estreno
de “Machos”, te dejamos con sus recuerdos de ese momento.
¿Qué recuerdas de tu personaje?
Aranzazú Yankovic: Me acuerdo que fue entretenido y aperrado
porque fue una época en que Canal 13 estaba rearmándose, luego de un tiempo en
que dejó de hacer teleseries. Lo pasábamos bien, pero era harto trabajo, a
veces salíamos después de las 23 horas de grabar, incluso los días sábado.
Lorena Capetillo: Recuerdo lo mejor. Jamás soñé que mi
primer trabajo pudiese ser tan perfecto. Herval Abreu un maravilloso director,
el mejor elenco, el guión, la producción…todo fue perfecto.
¿Alguna anécdota de la teleserie?
Lorena: ¡Miles! Bromas, viajes, chascarros, celebraciones y
una plataforma donde recibí sólidos consejos para actuar en televisión. Siempre
estuve muy bien cuidada. El día anterior de grabar por primera vez con Héctor
Noguera, no pude dormir. Mi personaje tenía un texto en la escena. Lo repetí
mil veces en casa para no fallar en la grabación.
Aranzazú: Para mí lo más difícil fue el día en que Felipe
Braun me tenía que contar que era gay, estaba muy nerviosa, porque sabía que
era súper importante que quedara bien, entonces como que empezábamos y yo
paraba la escena por distintas razones, pero Herval me dijo, Aranzazú para, hay
que hacerlo y con su ayuda lo hicimos.
¿Qué significó participar en un fenómeno como “Machos”?
Aranzazú: En el sentido del significado, creo en los equipos
de trabajo y ése fue un buen equipo, creo que ahí está el secreto de cuando las
cosas funcionan o cuando no. Lo más divertido fue que luego de la teleserie, me
fui de gira a España con una obra de teatro y allá veía las promociones de la
teleserie, gracioso.
Lorena: En ese tiempo para mí sólo era un trabajo, nunca
dimensionaba “donde estaba”, cosas de fama nunca han sido relevantes para mí y
en ese momento sólo trabaja, no había soñado con algo así y lo estaba viviendo
así como venía nada más. Significaba aprender, conocer… personas, mundos, que
desde mi burbuja en la escuela no existían. Siempre me he sentido afortunada y
agradecida de los trabajos de donde me han llamado, lo hago con el corazón y
hoy esa partida significa para mí el impulso para saltar al viaje que vivo al
hacer lo que más me apasiona.
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